11 September 2015
Bilbao Campus
En el marco de la puesta en marcha del proyecto “Ciudades Amigables para todas las personas”, la Facultad de Derecho de la Universidad de Deusto homenajeó el 11 de septiembre, a Diego Lastra, antiguo alumno y colaborador de esta iniciativa de investigación y acción que pretende potenciar la conciencia cívica de la juventud en el ámbito de la accesibilidad urbana.
En este homenaje-recordatorio tomaron partes, además de familiares de Diego Lastra, la Decana de la Facultad de Derecho Gema Tomás, la Presidenta de Zerbikas Fundazioa (Centro Promotor en Euskadi de Aprendizaje y Servicio Solidario ), la concejala de Bienestar del Ayuntamiento de Portugalete María José Blanco, la coordinadora de 4º de la ESO del Colegio Santa María de Portugalete Estíbaliz Sánchez y Javier Cueva, del equipo de ocio de FEKOOR.
Con este acto, se clausuraron las actividades organizadas los días 10 y 11 de septiembre para dar a conocer el proyecto “Ciudades Amigables”, liderada por Zerbikas Fundazioa, en colaboración con varios equipos de investigación de la Universidad de Deusto (EDISPe, Deustotech-Energy e INNOVA); centros educativos como Santa María Ikastetxea, Ayuntamientos como Portugalete, y entidades del ámbito de la discapacidad como FEKOOR e IGON.
El proyecto tiene como un tiple objetivo. Por un lado, sensibilizar a la juventud sobre la visión de nuestras ciudades desde la perspectiva de una persona con dificultades motoras; segundo, desarrollar entre todas las personas involucradas una plataforma de código abierto en internet que permita buscar rutas accesibles; y, por último, elaborar informes de accesibilidad urbana para presentar antes las administraciones y la sociedad para implementar estrategias de mejora y conseguir así que nuestras ciudades sean amigables para todas las personas.
La metodología es participativa, uniendo la experiencia y el trabajo de todos los involucrados: personas con discapacidad, estudiantes, docentes, profesionales de intervención e investigadores.
Acciones el 10 y 11 de septiembre
Tras abordar la fase preparatoria con éxito, el 10 de septiembre se realizó una sesión formativa y de sensibilización con 100 alumnos y alumnas de 4º de la ESO del colegio Santa María Ikastetxea de Portugalete. Tras la sesión, grupos compuestos por profesionales, técnicos de la Universidad, personas con discapacidad y estudiantes, realizaron un mapeo sobre el terreno.
Las actividades siguieron el 11 de septiembre en la Universidad de Deusto, y en ella participaron los estudiantes de Portugalete quienes subieron los datos recogidos a la plataforma y evaluaron la experiencia para sacar lecciones de cara al futuro.
"Ciudades Amigables" es un proyecto de innovación social que puede y debe mejorar las condiciones de accesibilidad y de participación colectiva, contribuyendo a la creación de ciudadanía activa, empoderando a cada persona implicada y dando valor social y científico a sus aportaciones.
Tanto las perspectivas formativas (alumnado de ESO, alumnado de diversificación curricular, de Aprendizaje de Tareas y universitario en prácticas), como las profesionales (entidades de discapacidad, municipales y educativas), fortalecen la interdisciplinariedad y calidad de los productos construidos en común. De hecho, las personas con discapacidad acompañantes enriquecen el proyecto desde sus capacidades y perspectivas, dotando de un mayor sentido a la experiencia; por y para la inclusión educativa y social.
Ciudades Amigables se apoya en el enfoque de Diversidad Funcional, que confiere una mayor fundamentación social a este proyecto: una concepción más amplia de términos como el de la discapacidad y/o envejecimiento.
Y no sólo en cuanto a tramos de edad y riesgos de exclusión, sino en cuanto a una percepción global de los Derechos Humanos y de la igualdad de oportunidades en los entornos. Así, Ciudades Amigables se fundamenta en el modelo pedagógico del Aprendizaje-Servicio (aprender ayudando a otras personas), aunando en un mismo proyecto el aprendizaje práctico y el servicio a la comunidad de los educandos junto a sus educadores, a las personas del ámbito de la universidad (investigadores, docentes, estudiantes mentores, etc.) y, en especial, junto a las personas con discapacidad que los acompañan en las sesiones de sensibilización, trabajo de campo y análisis de los datos; construyendo conjuntamente un significado social compartido, que dote de una mayor funcionalidad a los aprendizajes y de calidad a los productos generados; con la participación como clave para el empoderamiento educativo, social y profesional.