12 marzo 2025
Campus Bilbao
En el marco del 11 de marzo, Día Europeo en Recuerdo de las Víctimas del Terrorismo, la Universidad de Deusto acogió el pasado 12 de marzo un encuentro entre alumnado y Mari Carmen Hernández, víctima del terrorismo de ETA, quien compartió su testimonio sobre los años de acoso y violencia que sufrió su familia. Durante su intervención también relató el miedo y la impotencia que experimentaron mucho antes del asesinato de su marido, el concejal del Partido Popular Jesús Mari.
Según explicó, el hostigamiento comenzó con manifestaciones organizadas frente a su domicilio, en las que se encendían velas, se exhibían pancartas y se lanzaban piedras. A pesar de las constantes llamadas a la policía, las respuestas eran insuficientes o tardías, dejando a la familia en una situación de vulnerabilidad constante.
El día del asesinato, Mari Carmen Hernández se encontraba en la cocina cuando escuchó en la radio que se había producido un crimen en su localidad. Minutos después, descubrió que la víctima era su esposo. Este suceso marcó un antes y un después en su vida, dejando en evidencia la difícil realidad que vivieron muchas familias amenazadas por la violencia terrorista.
En 2007, la Oficina de Atención a Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco les propuso participar en un encuentro plural entre víctimas de diferentes tipos de terrorismo. Según contó, estuvieron presentes afectados por el Batallón Vasco Español, un grupo parapolicial de extrema derecha; por el GAL, un terrorismo de Estado durante el gobierno de Felipe González, que actuó de manera similar a ETA; y por el caso de Lasa y Zabala, dos jóvenes vinculados con ETA que, pese a no tener antecedentes delictivos, fueron torturados y asesinados.
Mari Carmen Hernández acudió a este encuentro con la intención de escuchar otras historias y fomentar el diálogo. La reunión se celebró en Irlanda, en un centro para la paz, en un lugar alejado de los medios de comunicación. La primera sesión fue especialmente dura, con ideas encontradas y barreras emocionales que poco a poco se fueron rompiendo para construir un espacio de convivencia. Durante los dos primeros años, los encuentros tuvieron lugar en Irlanda, y posteriormente se trasladaron a Palencia.
El testimonio de Mari Carmen Hernández sirvió para reflexionar sobre la importancia de la memoria, la justicia y el reconocimiento a quienes sufrieron el acoso y la persecución de ETA. Su intervención en la Universidad de Deusto subrayó la necesidad de fortalecer el diálogo y la empatía como herramientas clave para la reconciliación.
