Kathrine Switzer, “Premio Deusto a los Valores en el Deporte”

Kathrine Switzer Premio Valores en el Deporte

13 noviembre 2018

Campus San Sebastián

Kathrine Switzer, referente de la lucha por la igualdad de la mujer en el deporte, recibió el 13 de noviembre en el marco del ciclo de conferencias “Pioneras – Emakumeak leman” de DeustoForum Gipuzkoa, la primera edición del “Premio Deusto a los Valores en el Deporte” en un emotivo acto celebrado en el Loiola Centrum del campus de San Sebastián de la Universidad de Deusto.

La jornada comenzó con las palabras de bienvenida de Felix Arrieta, director de DeustoForum Gipuzkoa, y las palabras del diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano quien destacó que “Kathrine Switzer es un símbolo que nos da luz y debe servir como ejemplo en nuestro día a día para que podamos cambiar las cosas”. Posteriormente, el músico y escritor Jabier Muguruza (quien dedicó hace unos años una canción a la famosa maratoniana), cantó la canción “Kathrine Switzer” y seguidamente se dió paso al coloquio guiado por Alazne Mujika, profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto quien, antes de la intervención de Kathrine, hizo un repaso histórico de la participación de la mujer en la prueba de la maratón, desde el debut de Switzer en 1967 hasta la I edición de la maratón de Donostia, donde Rosi Talavera se proclamó vencedora en 1978. Recordó también a Lourdes Gabarain, la tolosarra que en 1977 tuvo que desplazarse hasta Burdeos para ser la primera española en acabar una maratón y a Matilde Gomez, Montse Campos y Ester Inés Mañé, podium de la primera maratón en España que permitió la participación de las mujeres, fue en Palafrugell en 1978. Alazne Mujika, agradeció de esta manera la presencia de Switzer antes de su intervención: “Maria Luisa, Usoa, Amaia, Claudia, Maite, Maria, Nere, Begoña, Leire, Isabel, María Jesús, Eguzkiñe, Eva, Idoia, Eneritz, Izaro, Macu, Oiana… son, somos, mujeres que, en gran medida, corremos los 42 kilómetros con sus 195 metros gracias a todas estas pioneras. Ellas rompieron un techo de cristal, uno de tantos, algunos visibles y otros, lamentablemente, invisibles. Mila-miloi esker Kathrine, Kathy. Entre otras cosas, porque nuestras entrenadoras y entrenadores no nos obligan a correr 30 millas, casi 50 km, para demostrar que sí podemos terminar una maratón. Aquí también hemos llegado y lo hacemos para quedarnos. Zurea da hitza, Kathrine”.

Nada más comenzar su intervención, Kathrine Switzer agradeció a la Universidad de Deusto la invitación y dedicó su conferencia a todas las personas del País Vasco que tanto hacen por la igualdad de la mujer en el deporte (puso como ejemplo el proyecto 50/50 para el 2025 del Club Deportivo Fortuna en la Behobia-SS). Recordó sus inicios en el hockey hierba y cómo tuvo que empezar a correr todos los días para ser mejor deportista siendo una niña de 12 años: “cada día que corría obtenía una victoria, fue así como me hice fuerte también en el instituto, me sentía bien y con mucha confianza”. Kathrine subrayó que “el talento y las capacidades están en todas partes, es una responsabilidad como adultos crear facilidades y oportunidades para la gente joven”. Rememoró sus tiempos en la Universidad de Siracusa, donde estuvo estudiando periodismo porque quería “contar los logros de las mujeres”. Allí se apuntó al equipo masculino de atletismo, porque no había deportes para chicas, y fue allí donde conoció a Arnie Briggs, director del equipo de cross masculino de la citada universidad. “Arnie era en realidad el cartero de la universidad, pero con 50 años y con 15 maratones de Boston en sus piernas tenía la suficiente experiencia como para ejercer de entrenador. Emocionado, al ver a una mujer en el equipo, me tomó bajo su protección durante mi formación y comenzamos los entrenamientos. Cada noche corríamos varias millas por los alrededores de la Universidad, algunas veces envueltos en tormentas de nieve. Mientras lo hacíamos, Arnie nos contaba historias de la Maratón de Boston. Me encantaba oír sus historias, pero a mediados de diciembre de 1966, mientras corríamos, tuve una terrible discusión con él. Esa noche me solté y le dije: ¡Dejemos de hablar de la maratón de Boston y hagámosla!. Arnie insistía en que la distancia era demasiado larga para las mujeres” Kathrine le demostró que podía correr la distancia, que tenía resistencia y capacidad y fue así como se inscribió en la maratón de Boston del año 1967 con las siglas de KV Switzer, para que nadie supiera que era una mujer. Tal y como indicó en su intervención de hoy: “Hoy sabemos que las mujeres tenemos más flexibilidad, más aguante y más resistencia que los hombres, aunque no tengamos tanta velocidad” y añadió: “Las mujeres tienen capacidades únicas que aún no hemos descubierto en los diferentes ámbitos de la vida”.

La pionera deportista, narró la famosa escena de la maratón donde Jack Semple, uno de los directores de carrera, le empujó y quiso arrancarle el dorsal simplemente por el hecho de ser mujer, y cómo su novio Tom Miller la defendió de aquel incidente: “estaba muy enfadada y pensé en dejarlo, quería ir a casa y estar con mi madre, pero no podía abandonar aquella carrera, tenía que demostrar que las mujeres también pueden correr una maratón”. Tras aquel incidente, Kathrine tuvo dos objetivos en mente, quiso ser mejor atleta y quiso crear oportunidades para el resto de mujeres. En 1978, puso todas sus energías en la creación del Avon Run, un circuito internacional sólo para mujeres que, con el tiempo, llegó a 27 países, con más de un millón de participantes. Esa enorme participación y las grandes marcas conseguidas, convencieron a gran parte del COI para incluir la maratón femenina en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. En 2015, creó “261 Fearless”, una organización global sin ánimo de lucro donde el correr se convierte en un vehículo para empoderar y unir a las mujeres a través de la creación de clubes locales, programas educativos, plataformas de comunicación y eventos sociales. Kathrine concluyó su intervención subrayando a los alumnos presentes la importancia de no ser indiferente ante las injusticias sociales: “podéis cambiar muchas injusticias sociales, aunque sean pequeños cambios, siempre merece la pena”.

En la parte final de la jornada la bertsolari Maialen Lujanbio le dedicó unos emotivos bertsos de reconocimiento a quien fuera la primera mujer en correr una maratón con dorsal en el año 1967 en la ciudad de Boston (adjuntamos los bertsos en PDF). Seguidamente se procedió a la entrega del “Premio Deusto a los Valores en el Deporte” a Kathrine Switzer por parte de Josean Rodríguez Ranz, vicerrector campus del San Sebastián de la Universidad de Deusto, acompañado por Maialen Lujanbio, Beñat Egidazu (alumno de Deusto y remero de Hondarribia) y Ane Arbillaga (profesora de Deusto y remera de San Juan). Tal y como indicó Felix Arrieta, director de DeustoForum Gipuzkoa en su intervención final: “La Universidad de Deusto entrega el Premio Deusto a los Valores en el Deporte con el objetivo de reconocer los valores humanos y universales del deporte y en este caso a Kathrine Switzer por su contribución a la igualdad en el atletismo”. La jornada tuvo su punto y final con una fotografía de grupo en la que participaron los alumnos de Deusto que practican diversas modalidades deportivas.

Nacida en Amberg (Alemania) en 1947, pero nacionalizada estadounidense, Switzer fue la primera mujer en correr una maratón con dorsal en Boston en 1967, prueba destinada exclusivamente a hombres. Pese a la prohibición, Katherine corrió y terminó la prueba en 4 horas y 20 minutos, y aquella gesta la convirtió en todo un referente para el deporte femenino. También ganó la maratón de Nueva York de 1974 y quedó segunda en la maratón de Boston de 1975, donde logró su mejor marca con un tiempo de 2 horas, 51 minutos y 37 segundos.

Para la Universidad de Deusto el deporte, además de fuente de vida saludable, es una inmejorable escuela de valores. La presencia de Katherine Switzer en DeustoForum Gipuzkoa viene a reforzar aún más el compromiso de la Universidad de Deusto con el deporte y la igualdad de género.