La tecnología de Big Data e Inteligencia Artificial está integrándose cada vez más con la nanotecnología médica y las neurociencias, dando lugar a dispositivos neuronales inteligentes que envían información del cerebro a computadoras y, en un futuro cercano, podrían incluso reescribir conexiones neuronales.
Las interfaces cerebro-computadora (BCI) fueron inicialmente diseñadas para abordar ciertas condiciones de salud y construir una sociedad más inclusiva, pero nuevas tendencias emergentes giran en torno a la mejora cognitiva y la manipulación mental para la alteración del comportamiento. Esta tecnología se encuentra en la intersección del neurocapitalismo, la autocracia y los derechos fundamentales, con riesgos creíbles de que la sociedad evolucione hacia una convivencia entre ciudadanos mentalmente mejorados y ciudadanos "normales" a mediano plazo, mientras los Estados pueden ceder a la tentación de usar estas tecnologías para un mejor control de la población.
En este paradigma, la Unión Europea (UE) aparece como el escenario natural para una regulación supranacional; sin embargo, este tema ha escapado en gran medida de los debates recientes de la UE sobre inteligencia artificial. nEUraLAW JMM busca anticipar los desafíos éticos y legales de estas tendencias antes de que se extiendan por la Unión Europea. Este proyecto multidisciplinario reúne a expertos en derecho de la UE, derechos fundamentales, derecho biomédico y protección de datos, conectándolos con neurocientíficos e ingenieros. El objetivo principal es establecer un diálogo basado en ciencia y hechos entre diferentes campos del conocimiento para mapear riesgos y avanzar en regulaciones potenciales que garanticen que los intereses de los ciudadanos permanezcan en el centro de estos desarrollos.